Sólo los tontos caen por ti, y sólo
los tontos hacen lo que yo hago. Tus ojos aún siguen
persiguiéndome, tu sombra, la siento pegada a mis talones, a
donde quiera que vaya ella va conmigo. Tu mirada desgastada de
tanto recordarla me arranca la tristeza que sólo el
violín manejado por el mejor intérprete puede
desprender. Allá en lo agudo, allá en lo triste,
allá, siendo expresivo, allá, siendo frío.
Siento escalofríos al cantar para tí, al expresar mi
dolor con algo que está dentro de mí, con mis propias
cuerdas vocales, con mi alma, al cantar sobre tus besos en
mí.
Se me eriza la piel y de repente mi corazón está
cubierto de escarcha, queda inmóvil.
¿Qué sentir en ése momento? ¿Qué
sentir?
Traté de suplicar para no sentir tu verde mirada en
mí, para no soñar despierta y pensar que tus
pestañas duermen sobre mis mejillas.
Kilómetros de pestañas que se abren como un abanico
negro una y otra vez sobre mi rostro.
Para no delirar que todavía tu mano sostiene la mía,
en ésos días de julio a escondidas.
Y hablé, escribí, hice todo para poder sentirme menos
pesada y sacarme un poco de tu esencia que aún abunda en
mí, pero simplemente no funciona.
No funciona porque te quiero desde la punta irregular de cada una
de tus uñas, hasta cada rulo de tu pelo.
No funciona, ¿y qué voy a hacer?
No funciona, mi amor, perdón por no ser suficiente, por no
ser lo que me pediste, y te prometí que lo iba a hacer, te
prometí que te daría la distancia aunque a mi alma
duela, y me hagas falta en mis días.
Ya no necesito que me digas nada, porque tus palabras, cada letra
que usaste para ellas, tus gestos, todo eso quedó grabado en
mí y se repite indefinidamente, y se sienten como
puñales justo en el estómago.
Duele mucho, duele tanto que ni siquiera las lágrimas
corren, duele tanto que, en vez de llorar, quedo sin palabras,
muda, porque sé que es mi culpa.
Sé que todo es mi culpa, y no puedo insultarte, no puedo
culparte de nada, porque todo es culpa mía.
Aunque seamos jóvenes, aunque podamos encontrar una persona
que haga latir nuestro corazón con rapidez en muchos
lugares, yo no puedo pensar en otra persona que no seas tú,
porque solo puedo estar sedienta de tu amor.